"Mientras aquí discutimos sobre la autoridad de los profesores, nos hacemos mil líos sobre la educación y no sabemos qué hacer con el fracaso escolar; mientras miles de niños y jóvenes se aburren y buscan mil excusas para no acudir a las aulas, con tarima o sin tarima, existen lugares en los que a pesar de las dificultades, a pesar de los gobiernos despreocupados, a pesar de todos los pesares inimaginables, las ganas de aprender no encuentran obstáculos.
Si algún día abriéramos los ojos a la verdad, apreciaríamos más lo que vemos. Nosotros tenemos de todo, no nos falta de nada, incluso tenemos más de lo necesario, y aún así nos quejamos. Los niños del cable no tienen medios como los que tenemos nosotros para ir a la escuela y se ven obligados a utilizar un procedimiento muy arriesgado, aunque para ellos no es más que una rutina necesaria, la única oportunidad para aprender y seguir creciendo...
Este vídeo me ha despertado muchas sensaciones, vergüenza de quejarme cuando no tengo lo que quiero, dolor de no poder remediar esa situación, angustia por los políticos corruptos, sacar la parte bonita de las cosas exprimiendo al máximo la vida, el interés por aprender, arriesgar tu vida por una meta que tienes en el camino, y lo más importante, valorar lo que tienes a tus pies y a tu alrededor".
Reflexiones de una estudiante de primer curso de Magisterio ante "Los niños del cable" (Pulsar aquí para acceder al vídeo).