Publicamos en este post una versión post-print del EDITORIAL del número 82 (29.1) abril 2015 de la Revista Interuniversitaria de Formación del Profesorado (RIFOP), firmado por el Consejo de Redacción de la RIFOP, editorial que sirve de introducción a una monografía que lleva por título "Investigar para acompañar el cambio educativo y social. El papel de la universidad", que tiene su origen en el congreso organizado por la AUFOP y la Universidad de Cantabria que, bajo ese mismo título, se celebró en noviembre de 2014 en Santander.
El citado número monográfico ha sido coordinado por Adelina Calvo Salvador, Carlos Rodríguez-Hoyos e Ignacio Haya Salmón (Universidad de Cantabria).
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EDITORIAL
Investigar para acompañar el cambio educativo y social. El papel de la universidad
El monográfico que presentamos a continuación tiene su origen en el congreso organizado por la AUFOP y la Universidad de Cantabria que, bajo ese mismo título, se celebró en noviembre de 2014 en Santander. Los artículos que lo conforman son un muestrario de las principales aportaciones que se discutieron en el mismo y que tenían como finalidad última pensar el sentido de las prácticas universitarias de investigación, docencia y gestión como facilitadoras y acompañantes del cambio educativo y social.
En este marco general, tras el título “Con motivo aparente. La universidad a debate”, los coordinadores del monográfico nos invitan a pensar sobre qué papel debe jugar hoy la institución de educación superior, en un escenario donde el valor monetario de las cosas parece estar por encima de todo lo demás. Al mismo tiempo, plantean algunas preguntas que deben ayudar a construir una universidad distinta, más orientada por la preocupación de los problemas de la comunidad y de las personas menos favorecidas.
La segunda de las aportaciones del monográfico, que lleva la firma de Mar Rodríguez Romero, aborda la cuestión de cómo investigamos desde la universidad, bajo qué modelo epistemológico y metodológico, desentrañando con ello las condiciones en las que en la actualidad se produce la ciencia en el campo de la educación. Bajo el título “El paisaje amenazante de la producción de conocimiento científico en educación bajo el capitalismo cognitivo”, la autora analiza la imposición de metodologías cuantitativas basadas en evidencias frente a enfoques más cualitativos, diversificados y minoritarios.
Continuando con esta línea de análisis centrada en discutir cómo investigamos, para qué y las consecuencias del trabajo académico en la mejora educativa y social, el segundo de los artículos del monográfico titulado: “El compromiso de la investigación social en la construcción de otra escuela posible” de Matías de Stéfano, Luis Puche y José I. Pichardo, toma como punto de partida una reciente investigación realizada en España sobre diversidad y convivencia en los centros docentes para reflexionar sobre cuestiones metodológicas y éticas en la investigación educativa que se reconoce como promotora de la inclusión social.
La cuarta de las aportaciones del monográfico, realizada por Nieves Blanco, M. Dolores Molina y Asunción López, lleva por título “Aprender de la escuela para dar vida a la universidad” y puede leerse como un ejemplo de investigación que se reconoce en los dilemas éticos y epistemológicos anteriormente señalados, planteando la necesidad de recuperar un espacio de diálogo y encuentro con la experiencia de docentes de educación primaria para mejorar la universidad, colocando en el centro la experiencia de quienes enseñan y aprenden.
De la mano de David Buckhingham, el siguiente artículo del monográfico, “La evolución de la educación mediática en Reino Unido: algunas lecciones de historia”, nos invita a pensar en la historia de esa disciplina teniendo en cuenta el momento histórico de cada una de las fases identificadas. Sin duda, sus reflexiones son el marco ideal para comprender la importancia del siguiente grupo de aportaciones que dan vida a este monográfico y que promueven y alientan el uso de nuevos lenguajes en los centros educativos.
En este sentido, las siguientes tres aportaciones abordan el uso del Teatro Foro, el Cine y las Redes Sociales en diferentes contextos educativos, planteando sus posibilidades como herramientas para la crítica y la transformación personal, educativa y social. Tres propuestas que van desde la documentación de una experiencia de Teatro Foro en la universidad (Adelina Calvo, Ignacio Haya y Noelia Ceballos), hasta una reflexión más teórica que nos invita a perturbar nuestras mentes a través de una educación por el cine (Carlos Rodríguez-Hoyos y Rafael Manrique), pasando por el riguroso análisis político de las posibilidades del uso de las redes sociales en la educación (Aquilina Fueyo, Gloria Braga y Santiago Fano).
Por último, cierran el monográfico dos aportaciones que ejemplifican el compromiso de la universidad en la construcción de una educación e investigación alternativas y su interés en la mejora de diferentes niveles educativos, desde la educación infantil hasta el ámbito universitario. A través del relato de la experiencia de un centro de educación infantil se nos invita a pensar en la infancia como un colectivo lleno de posibilidades, más allá de la “discapacitante” mirada del adulto, muy presente en la actual concepción de los centros educativos, de su cultura y su currículum (José M. Osoro y Olga Meng). Así mismo, la propuesta titulada “Una investigación colaborativa interuniversitaria para repensar un modelo docente comprometido con el cambio educativo” relata una experiencia de investigación en primera persona desarrollada entre varias docentes de diferentes universidades españolas que, a través de una metodología de investigación-acción, conciben el aula universitaria como un ágora, punto de partida para mejorar su comprometida docencia universitaria (Elia Fernández-Díaz, Prudencia Gutiérrez-Esteban y Lorea Fernández-Olaskoaga).
Los artículos compilados son ejemplos de investigaciones y prácticas docentes que cubren todos los niveles educativos, desde infantil hasta la educación superior y que ejemplifican los ideales del trabajo en red, conjunto, entre instituciones y profesionales bajo el mismo compromiso del pensamiento divergente, la democracia y la justicia social.
El monográfico presenta un sugerente conjunto de aportaciones que, con una mirada renovada, plantean nuevos desafíos a la universidad como institución que está llamada al ejercicio del pensamiento crítico, aquel que no da nada por supuesto, que trata de explicar cómo está funcionando el poder en nuestras instituciones y que se muestra escéptico ante el aparente discurso modernizador, democrático y liberador que dice aportar el pensamiento neoliberal a la universidad. Una institución que, sin duda, merece ser pensada de nuevo, pero sin perder de vista lo importante de esta discusión, cuáles son los mejores lugares desde donde hacerlo.
El Consejo de Redacción
La segunda de las aportaciones del monográfico, que lleva la firma de Mar Rodríguez Romero, aborda la cuestión de cómo investigamos desde la universidad, bajo qué modelo epistemológico y metodológico, desentrañando con ello las condiciones en las que en la actualidad se produce la ciencia en el campo de la educación. Bajo el título “El paisaje amenazante de la producción de conocimiento científico en educación bajo el capitalismo cognitivo”, la autora analiza la imposición de metodologías cuantitativas basadas en evidencias frente a enfoques más cualitativos, diversificados y minoritarios.
Continuando con esta línea de análisis centrada en discutir cómo investigamos, para qué y las consecuencias del trabajo académico en la mejora educativa y social, el segundo de los artículos del monográfico titulado: “El compromiso de la investigación social en la construcción de otra escuela posible” de Matías de Stéfano, Luis Puche y José I. Pichardo, toma como punto de partida una reciente investigación realizada en España sobre diversidad y convivencia en los centros docentes para reflexionar sobre cuestiones metodológicas y éticas en la investigación educativa que se reconoce como promotora de la inclusión social.
La cuarta de las aportaciones del monográfico, realizada por Nieves Blanco, M. Dolores Molina y Asunción López, lleva por título “Aprender de la escuela para dar vida a la universidad” y puede leerse como un ejemplo de investigación que se reconoce en los dilemas éticos y epistemológicos anteriormente señalados, planteando la necesidad de recuperar un espacio de diálogo y encuentro con la experiencia de docentes de educación primaria para mejorar la universidad, colocando en el centro la experiencia de quienes enseñan y aprenden.
De la mano de David Buckhingham, el siguiente artículo del monográfico, “La evolución de la educación mediática en Reino Unido: algunas lecciones de historia”, nos invita a pensar en la historia de esa disciplina teniendo en cuenta el momento histórico de cada una de las fases identificadas. Sin duda, sus reflexiones son el marco ideal para comprender la importancia del siguiente grupo de aportaciones que dan vida a este monográfico y que promueven y alientan el uso de nuevos lenguajes en los centros educativos.
En este sentido, las siguientes tres aportaciones abordan el uso del Teatro Foro, el Cine y las Redes Sociales en diferentes contextos educativos, planteando sus posibilidades como herramientas para la crítica y la transformación personal, educativa y social. Tres propuestas que van desde la documentación de una experiencia de Teatro Foro en la universidad (Adelina Calvo, Ignacio Haya y Noelia Ceballos), hasta una reflexión más teórica que nos invita a perturbar nuestras mentes a través de una educación por el cine (Carlos Rodríguez-Hoyos y Rafael Manrique), pasando por el riguroso análisis político de las posibilidades del uso de las redes sociales en la educación (Aquilina Fueyo, Gloria Braga y Santiago Fano).
Por último, cierran el monográfico dos aportaciones que ejemplifican el compromiso de la universidad en la construcción de una educación e investigación alternativas y su interés en la mejora de diferentes niveles educativos, desde la educación infantil hasta el ámbito universitario. A través del relato de la experiencia de un centro de educación infantil se nos invita a pensar en la infancia como un colectivo lleno de posibilidades, más allá de la “discapacitante” mirada del adulto, muy presente en la actual concepción de los centros educativos, de su cultura y su currículum (José M. Osoro y Olga Meng). Así mismo, la propuesta titulada “Una investigación colaborativa interuniversitaria para repensar un modelo docente comprometido con el cambio educativo” relata una experiencia de investigación en primera persona desarrollada entre varias docentes de diferentes universidades españolas que, a través de una metodología de investigación-acción, conciben el aula universitaria como un ágora, punto de partida para mejorar su comprometida docencia universitaria (Elia Fernández-Díaz, Prudencia Gutiérrez-Esteban y Lorea Fernández-Olaskoaga).
Los artículos compilados son ejemplos de investigaciones y prácticas docentes que cubren todos los niveles educativos, desde infantil hasta la educación superior y que ejemplifican los ideales del trabajo en red, conjunto, entre instituciones y profesionales bajo el mismo compromiso del pensamiento divergente, la democracia y la justicia social.
El monográfico presenta un sugerente conjunto de aportaciones que, con una mirada renovada, plantean nuevos desafíos a la universidad como institución que está llamada al ejercicio del pensamiento crítico, aquel que no da nada por supuesto, que trata de explicar cómo está funcionando el poder en nuestras instituciones y que se muestra escéptico ante el aparente discurso modernizador, democrático y liberador que dice aportar el pensamiento neoliberal a la universidad. Una institución que, sin duda, merece ser pensada de nuevo, pero sin perder de vista lo importante de esta discusión, cuáles son los mejores lugares desde donde hacerlo.
El Consejo de Redacción